Sin lugar a dudas, el Value Investing es uno de los estilos de inversión que mejores resultados ha logrado históricamente. De hecho, a él se asocian nombres tan conocidos como el de Benjamin Graham o Warren Buffett.
Hoy en día, sigue siendo tan válido como cuando se originó, hace casi un siglo.
Pero… ¿Cuáles son las claves de su éxito? ¿En qué principios se basa? ¿Es fácil de aplicar en la práctica sin tener conocimientos financieros? ¿Cuáles son sus inconvenientes?
En este artículo trataré de responder a todas tus dudas.
✅ ¿Qué es el Value Investing?
En pocas palabras, el Value Investing (en español, Inversión en Valor) es una estrategia o filosofía de inversión que consiste en adquirir activos que se encuentren infravalorados por el mercado.
Por tanto, se basa en comprar acciones (u otros activos) de alta calidad, que transitoriamente coticen por debajo del valor que se estime como real.
En términos coloquiales, podríamos decir que sería como «comprar acciones rebajadas o a precio de saldo».
De este modo, lo esperable es que la cotización tienda a subir progresivamente, aproximándose el precio del activo a aquel valor real que se consideró adecuado en el momento de la compra.
Como dijo Buffett, «el precio es lo que pagas; el valor es lo que obtienes».
✅ Origen del Value Investing: Benjamin Graham y David Dodd
Debemos la primera conceptualización del Value Investing a dos profesores de la Columbia Business School, de Nueva York: Benjamin Graham y su colaborador David Dodd.
A finales de la década de los 20 y principios de los 30 del siglo pasado, incorporaron a sus clases lo que luego serían los fundamentos de la inversión en valor. Todo ello se plasmó en un libro publicado en 1934: 📖 Security Analysis.
Posteriormente, Graham reformuló y amplió las bases de la estrategia de Value Investing en el que es uno de los mejores libros de bolsa de la historia: El Inversor Inteligente. Puedes leer mi resumen completo en este enlace.
✅ Warren Buffett y la inversión Value
El otro gran representante del enfoque Value, aunque con ciertas peculiaridades que lo diferencian de Graham, es Warren Buffett.
De hecho, Buffett fue alumno de Benjamin Graham en el máster en economía que impartía en la Escuela de Negocios de Columbia, convirtiéndose en uno de sus mejores estudiantes.
Aplicando los principios de la inversión en valor a su célebre empresa Berkshire Hathaway, Buffett (junto con su socio Charlie Munger) acabaría convirtiéndose en uno de los mejores inversores de la historia por derecho propio.
Otro célebre seguidor de la filosofía Value es Peter Lynch.
En España, Francisco García-Paramés es un gran defensor del enfoque Value. Aquí te enlazo mi resumen de su magnífico libro «Invirtiendo a largo plazo».
✅ Filosofía de inversión del Value Investing
La estrategia del Value Investing es bastante fácil de entender, al menos a nivel teórico.
Así, partiendo de las bases que se explican en El Inversor Inteligente de Benjamin Graham, podemos decir que se fundamenta en cinco grandes aspectos:
➡️ #1. Ineficiencia de los mercados
Según Benjamin Graham, los mercados financieros no siempre son 100% eficientes (aunque tiendan a serlo).
Al estar operados por personas, se trasladan a su funcionamiento muchos de nuestros sesgos e imperfecciones, como pueden ser el miedo, la euforia, la avaricia, el comportamiento gregario, la subjetividad en el juicio, etc.
En este sentido, el precio de mercado de determinados activos puede recoger dichos sesgos, reflejando una cotización que no se corresponde con su valor real y objetivo.
No obstante, antes o después, los mercados reaccionarán, corrigiéndose la diferencia entre precio y valor.
➡️ #2. Valor intrínseco
Efectivamente, para Graham, cualquier activo tiene un valor real o valor intrínseco que no tiene por qué coincidir con su precio de cotización en un momento dado.
Para calcular ese valor intrínseco, se realizan una serie de estimaciones y se aplican distintos ratios financieros que nos permiten aproximarnos a una valoración objetiva del activo en cuestión.
Así, algunos de los ratios de Value Investing más utilizados son los siguientes:
- Price-to-Book Value o Precio a valor contable: compara el precio de cotización de las acciones con el valor de los fondos propios de la compañía (activos menos deudas).
- Free Cash Flow o Flujo Libre de Caja: es el dinero que tiene disponible la empresa para hacer frente al pago de deuda, intereses y dividendos, después de haber hecho frente a los pagos necesarios para mantener la compañía en funcionamiento.
- Debt-to-Equity o ratio de endeudamiento: muestra la relación entre la deuda de la empresa respecto de su patrimonio neto.
Además, se tienen en cuenta análisis acerca de la posición de la compañía en su sector, ventas y clientes, situación económica general, etc.
➡️ #3. Margen de seguridad
El margen de seguridad nos indica la diferencia que existe entre el valor intrínseco de un activo y su precio actual en el mercado.
Cuanto mayor sea el margen de seguridad, más probabilidades hay de que la inversión resulte rentable. Así, aunque nos equivoquemos en ciertos cálculos o el mercado no llegue a apreciar el valor real del activo, podremos ganar dinero.
Podríamos decir que el margen de seguridad mide el grado de ineficiencia del mercado respecto de un activo en concreto.
➡️ #4. Análisis fundamental
El enfoque analítico que se utiliza en Value Investing para calcular el valor intrínseco de una acción y, por tanto, el margen de seguridad es el llamado «análisis fundamental».
Por tanto, básicamente, se trata de calcular los ratios que acabo de mencionar, analizar los estados financieros de la compañía, etc.
No obstante, también se incluye en el análisis fundamental el estudio de las ventajas competitivas de la empresa, las oportunidades presentes en cada sector y la situación general de la economía en un momento dado.
Este proceso puede seguir un enfoque top-down o bottom-up, según se parta del análisis macroeconómico para llegar por último a analizar los fundamentales de la compañía o vice versa.
El enfoque que, habitualmente, se contrapone al análisis fundamental es el del análisis técnico, que se basa en el uso de gráficos de cotización para tratar de predecir el comportamiento de un determinado activo.
No obstante, al menos en mi opinión, ambos enfoques pueden convivir perfectamente en la práctica, complementándose mutuamente.
➡️ #5. Enfoque en el largo plazo
En principio, el Value Investing tiene una perspectiva de invertir a largo plazo: comprar para mantener o buy-and-hold.
Así, se adquieren activos de calidad, con un descuento, manteniéndolos en cartera (al menos) hasta que coticen a un precio cercano a su valor intrínseco.
Por tanto, esta estrategia de inversión requiere paciencia y no es adecuada para inversores que necesiten disponer del dinero a corto plazo o que busquen realizar beneficios inmediatos.
No obstante, si nos damos cuenta de algún error en nuestros cálculos, o si algún nuevo hecho hace que cambien las circunstancias, lo más inteligente es deshacer la posición inmediatamente. Como dijo Warren Buffett:
«Si no te sientes cómodo manteniendo una acción durante 10 años, no la deberías mantener ni 10 minutos».
Eligiendo acciones de calidad y manteniéndolas el tiempo suficiente, puede llegar a multiplicarse su valor por 10 (las acciones que Lynch llamaba 10-baggers) o incluso más.
Aquí tienes, por ejemplo, el caso de Walmart, que citaba el propio Peter Lynch:
Fuente: Google Finance
✅ Desventajas del Value Investing
Como cualquier otra estrategia de inversión, el Value también acarrea ciertas desventajas. Te explico algunas de las más destacadas:
- Requiere conocimientos técnicos y mucha dedicación, si se quiere aplicar de forma directa e individual, a través de la compra de acciones.
- No siempre tenemos información completa y fiable. Aunque los estados financieros de las compañías cotizadas sean públicos, no siempre van a reflejar la imagen fiel de la situación de la empresa. Además, lo más probable es que nos falten datos o que solo podamos tener una visión parcial del sector o de la situación económica mundial.
- Requiere paciencia. Como te decía, el Value Investing tiene un enfoque decididamente a largo plazo. Si no te sientes cómodo manteniendo acciones en cartera durante 5, 10 o más años, quizás este no sea tu estilo de inversión.
- Rentabilidad no «explosiva». Por el tipo de valores que se suelen buscar en Value Investing, no solemos encontrarnos con subidas espectaculares en el corto plazo. Lo más habitual es que se invierta en negocios consolidados y con calidad demostrada, cuyo crecimiento suele manifestarse de una forma más lenta y progresiva. Si buscas lo contrario, quizás el enfoque Growth encaje mejor contigo, como luego veremos.
- Exige fortaleza psicológica: la filosofía Value tiene un cierto componente contrarian. Es decir, podemos estar invirtiendo contra la tendencia, frente a un mercado que (todavía) no reconoce el valor que estimamos como justo. Soportar un período en que las cotizaciones se mueven en nuestra contra, no es adecuado para todos los inversores.
De todos modos, para un value investor convencido, los pros superan ampliamente a los contras.
✅ Cómo aplicar el Value Investing en la práctica
Aunque es fácil comprender los fundamentos de la Inversión en Valor, no lo es tanto su aplicación práctica.
Realizar el análisis fundamental de una empresa, revisando sus estados financieros e investigando el sector, no está al alcance de cualquier persona, ya sea por tiempo o por conocimientos.
Sin embargo, hay formas de implementar el Value Investing más accesibles que otras. Veamos las tres grandes opciones que tenemos:
- Comprar directamente acciones para Value Investing, es decir, acciones individuales de empresas que cumplan los criterios de esta estrategia. Esto conlleva un complejo trabajo de análisis, así como un esfuerzo de gestión para construir una cartera lo suficientemente amplia y diversificada.
No obstante, un «atajo» para conseguirlo sería comprar acciones de la compañía de Buffett, Berkshire Hathaway (clase B), que casi podríamos considerar como un «fondo» con filosofía Value. De todos modos, es imposible saber si su espectacular rendimiento pasado continuará en el futuro, cuando Buffett ya no esté al mando.
Ten presente que te indico las acciones clase B de Berkshire Hathaway, ya que tienen un precio accesible. Mientras que las de clase A, a grandes rasgos, son lo mismo que las de clase B, aunque su precio se dispara por encima de los 500.000 $.
Cotización de Berkshire Hathaway B ($BRK.B). Fuente: Google Finance.
- Fondos de inversión Value: existen fondos de inversión que adoptan una estrategia Value, por lo que te permiten invertir en una cartera diversificada de acciones de una forma sencilla y barata. En España, algunos ejemplos son ciertos fondos de AZValor, Bestinver o Cobas, por citar solo algunos.
- ETFs Value: también existen fondos cotizados o Exchange Traded Funds que siguen la filosofía de invertir en valor. Sin duda, son una de mis opciones preferidas, dados sus bajos costes, la gran variedad disponible y la facilidad de operar con ellos. Una posibilidad para implementarlo son los ETF Valor de InbestMe.
Por tanto, existen opciones muy prácticas y sencillas para aprovechar las virtudes del Value Investing como inversores individuales, sin necesidad de grandes conocimientos.
✅ Value Investing vs. Growth Investing: ¿cuál es mejor?
El enfoque que podríamos considerar como alternativo (o incluso opuesto) al Value Investing es el Growth.
En este caso, se buscan empresas en plena expansión, todavía no consolidadas y que tengan una proyección de fuerte crecimiento de cara al futuro.
Por tanto, se trata de empresas mucho más dinámicas (también potencialmente más arriesgadas). A menudo, son empresas tecnológicas, disruptivas e innovadoras, que pueden generar enormes rentabilidades en un período corto de tiempo.
Aunque no sea un rasgo 100% definitorio, es habitual que las empresas Growth destinen sus beneficios a reinvertir en el negocio, sin repartirlos a sus accionistas.
Sin embargo, la mayoría de compañías de tipo Value cuentan con un programa de reparto de dividendos.
✅ [Opinión personal] ¿Es recomendable el Value Investing?
Para mí, el Value Investing es una estrategia extremadamente interesante a la hora de invertir.
Adquirir activos de calidad, transitoriamente infravalorados y con la visión puesta en el largo plazo, es un enfoque que tiene muchas probabilidades de éxito.
En este sentido, los principios establecidos por Benjamin Graham y las posteriores aportaciones de Buffett configuran una estrategia que ha demostrado sus virtudes durante muchas décadas.
De hecho, a mí personalmente me ha generado grandes rentabilidades.
Ahora bien, en una cartera correctamente diversificada, me parece totalmente compatible combinar inversiones de tipo Value con otras que tengan un enfoque Growth. De hecho, hasta el propio Buffett se considera un 85% Benjamin Graham (Value) y un 15% Phil Fisher (Growth).
Igualmente, creo que el análisis fundamental también se puede complementar con el técnico para tomar mejores decisiones de inversión.
Ambas son estrategias de inversión complejas que requieren tiempo de aprendizaje e implementación.
Sin embargo, hay otras estrategias más sencillas de aplicar (y también rentables), como por ejemplo la inversión en índices.
Si quieres saber qué tipo de inversor eres y cuál es la estrategia más adecuada para ti, puedes hacer nuestro test de perfil de inversor gratuito.
En mi caso, los principios fundamentales de la Inversión en Valor están muy presentes en la gestión de mi cartera y así seguirá siendo durante los próximos años.
¿Crees que es una estrategia interesante para tu caso concreto? Como siempre, me encantará leer tu opinión en los comentarios.
Hasta el próximo artículo, ¡te deseo unas muy felices inversiones!
Información de alto valor. Gracias
Nos alegramos de que te haya resultado útil el artículo, César. Gracias a ti por tu comentario. Un saludo
Imprescindible seguirte para adquirir buenos hábitos como inversor.
Muchas gracias por tu apoyo David, es imprescindible rodearnos de aquellas personas y entornos en los que queramos crecer.