Si alguna vez te has preguntado cómo una crisis financiera puede cambiar el rumbo de la historia mundial, el Crack del 29 (The Great Crash) es el ejemplo perfecto.
Este colapso bursátil, ocurrido el 29 de octubre de 1929 en Estados Unidos, no solo marcó el fin de los «Felices Años Veinte», sino que desencadenó la Gran Depresión, la crisis económica más devastadora del siglo XX.
Comprender las causas que llevaron a esta catástrofe financiera y sus consecuencias globales te ayudará a entender mejor los riesgos de la especulación descontrolada y la importancia de la regulación en los mercados.
En este artículo te explico cómo se gestó esta crisis histórica, qué errores se cometieron y qué lecciones podemos extraer para el presente.
Índice de contenidos
Toggle✅ Qué es el Crack del 29: el colapso que cambió la historia económica
El Crac del 29 fue mucho más que una simple caída bursátil: representó un punto de inflexión en la historia económica mundial que dejó una huella profunda y duradera en el sistema financiero global.
Para entender verdaderamente su magnitud e impacto, es fundamental analizar cómo se desarrolló este evento y el contexto que lo hizo posible:
➡️ Qué fue el crack del 29: resumen
Este suceso, que tuvo lugar en la bolsa de valores de Nueva York (New York Stock Exchange), transformó un ambiente de crecimiento aparente en un auténtico desastre financiero.
En pocas palabras, el crac del 29 (The Great Crash) fue el desplome bursátil de Wall Street sucedido en octubre de 1929, donde los precios de las acciones cayeron de forma abrupta (tras una fuerte burbuja especulativa) y que marcó el inicio de la Gran Depresión.
Aunque luego te explicaré en detalle las causas del crack del 29, en gran medida se debió a una especulación excesiva y a la falta de regulación del mercado de valores, que crearon las condiciones perfectas para el colapso.
Los inversores, impulsados por la búsqueda de ganancias rápidas y la euforia colectiva, ignoraron sistemáticamente las señales de advertencia que presagiaban la catástrofe. Esta mentalidad de «siempre sube» llevó finalmente a una caída sin precedentes de los precios de las acciones que arrasó con los ahorros de millones de personas.
➡️ Cronología de los días clave en octubre de 1929
Para comprender cómo se desencadenó esta crisis, es esencial seguir la secuencia de eventos que marcaron el fin de aquella era de optimismo irracional (los «felices años 20» antes del crac del 29).
Pues bien, los meses de septiembre y octubre de 1929 concentraron una serie de fechas que cambiaron para siempre el panorama financiero mundial:
Septiembre de 1929: el punto máximo del mercado
El 3 de septiembre de 1929, el Índice Dow Jones alcanzó su nivel histórico más alto, generando un clima de optimismo desmedido que, como luego veremos, resultó ser completamente ilusorio.
A partir de este momento, se comenzó a gestar una burbuja especulativa cuyos efectos serían devastadores cuando finalmente estalló.
El jueves negro: caída masiva y primer impacto
El 24 de octubre, conocido como el Jueves Negro de 1929, se produjo una venta masiva de acciones que llevó a la bolsa de Nueva York (New York Stock Exchange) a un descenso abrupto.
En este día se comercializaron 12,9 millones de acciones, una cifra sin precedentes para la época. Aunque algunos intentos de estabilización por parte de grandes bancos proporcionaron un alivio temporal, la confianza de los inversores comenzó a erosionarse de manera irreversible.
El lunes negro y el martes negro: el pánico generalizado
Los días posteriores confirmaron que el jueves negro no había sido un evento aislado.
El 28 de octubre, denominado Lunes Negro, el índice Dow bajó un 12,8%. Sin embargo, fue el 29 de octubre, el famoso Martes Negro, cuando el colapso se hizo definitivo.
Ese día, que se suele considerar como la fecha del Crack del 29 que pasará a la historia, se intercambiaron más de 16 millones de acciones y el índice cayó otro 12%, marcando el verdadero punto de inflexión que terminó con la confianza en el sistema financiero estadounidense.
➡️ Contexto económico y social de los años veinte en Estados Unidos
Para comprender plenamente las causas del Crac del 29, debemos analizar el ambiente económico y social de la década previa.
En este sentido, los «Felices Años 20» se caracterizaron por un crecimiento económico expansivo y un aumento exponencial del consumo, pero también por una creciente desigualdad social y una especulación financiera que escondía una fragilidad alarmante.
Así, durante esta década, se facilitó enormemente el acceso al crédito, provocando que muchos individuos y empresas se endeudaran para financiar sus inversiones bursátiles.
El optimismo reinante permitió que el mercado de valores creciera de manera insostenible, mientras que la economía real no mostraba un crecimiento paralelo. Esta desconexión entre el sector financiero y la economía productiva creó las condiciones perfectas para la crisis que estalló en el otoño de 1929.
Lógicamente, todo esto fue mucho más complejo, por lo que es necesario profundizar en la gestación del crack del 29 y sus causas y consecuencias.
Aquí tienes las mejores herramientas gratuitas para invertir en bolsa
Porque existen muchísimas; pero tras más de 20 años invirtiendo, he hecho una selección con las más potentes.
Ahorrarás mucho tiempo en la gestión de tus inversiones; además, te detallo la principal utilidad de cada una e inlcuyo ejemplos reales propios. Descubre aquí la selección de mis favoritas:
Ver información de privacidad
✅ Causas del Crack del 29: una tormenta perfecta
Como siempre sucede, al analizar los antecedentes del Crack del 29, vemos que los factores que condujeron al colapso del mercado de valores fueron múltiples y complejos, creando una auténtica «tormenta perfecta».
De este modo, la combinación de una especulación desenfrenada, políticas monetarias inadecuadas y un contexto económico global frágil, culminó en la crisis económica más devastadora del siglo XX.
Veamos, entonces, en qué consistieron estas 3 causas de la crisis del 29:
➡️ Especulación y auge descontrolado del mercado de valores
Una de las causas más evidentes del Crac del 29 reside en la especulación desenfrenada que caracterizó a la década de 1920.
Así, los inversores comenzaron a comprar acciones sin realizar un análisis profundo de los fundamentos de las empresas, impulsados por la creencia ciega de que los precios seguirían aumentando indefinidamente.
Compra de acciones con margen y deuda creciente
Esta mentalidad especulativa generó un ambiente en el que muchos optaron por adquirir acciones utilizando el margen, es decir, la financiación a través de préstamos que les permitía comprar acciones aportando en ese momento solo una fracción de su coste real.
Aunque esta estrategia multiplicaba las ganancias potenciales, también exponía a los inversores a un riesgo enorme.
De este modo, el endeudamiento creciente hizo que cualquier ligero descenso en el mercado resultara catastrófico para las finanzas personales.
Burbuja financiera y aumento irreal de precios
Como resultado de esta especulación masiva, se creó una auténtica burbuja financiera.
Los precios de las acciones se inflaron de manera completamente irreal, desconectándose por completo de las valoraciones justas basadas en los beneficios empresariales reales (todo lo contrario a lo que aconseja el Value Investing).
Esta euforia colectiva culminó en una caída abrupta cuando la burbuja del Crack del 29 estalló definitivamente, dejando a millones de inversores en la ruina total.
➡️ Políticas monetarias y el papel controvertido de la Reserva Federal
Las políticas monetarias desempeñaron también un papel crucial en la gestación de la crisis.
De hecho, la Reserva Federal, encargada de regular la oferta monetaria y mantener la estabilidad económica, implementó decisiones que contribuyeron a un manejo inadecuado del crecimiento financiero.
Por su parte, los bancos, incentivados por políticas monetarias excesivamente laxas, otorgaron enormes facilidades para la obtención de créditos sin evaluar adecuadamente los riesgos.
Esta falta de regulación permitió que muchos inversores accedieran a un endeudamiento que se volvió insostenible cuando el mercado comenzó a tambalearse.
Además, la intervención regulatoria necesaria se retrasó demasiado, exacerbando considerablemente los efectos de la crisis.
➡️ Contexto económico: el patrón oro y los planes de reconstrucción
Dentro de las causas del Crack del 29 que se refieren al contexto económico internacional, están las limitaciones del patrón oro y los planes de reconstrucción posteriores a la Primera Guerra Mundial:
La problemática del patrón oro
El sistema del patrón oro tenía sus propias limitaciones, que afectaron la capacidad de respuesta ante la crisis.
Este sistema restringía la capacidad de los gobiernos para expandir la masa monetaria en tiempos de crisis, lo que resultó contraproducente cuando más se necesitaba flexibilidad monetaria.
De este modo, durante el crack, muchos países se vieron obligados a defender su moneda, lo que resultó en deflación y un endurecimiento de las condiciones crediticias. En consecuencia, esto afectó negativamente el comercio internacional y al flujo de capital, amplificando los efectos de la crisis a nivel global.
Planes de reconstrucción
Las secuelas económicas de la Primera Guerra Mundial también influyeron significativamente en la gestación del llamado «The Great Crash».
Así, las políticas adoptadas tras el conflicto para estabilizar las economías europeas, quedaron peligrosamente interrelacionadas con la economía estadounidense, sobre todo a través de dos conocidos programas de reestructuración:
El Plan Dawes y el Plan Young
Efectivamente, ambos planes, diseñados para ayudar a Europa a recuperarse económicamente tras la Gran Guerra, fomentaron un flujo masivo de capital hacia Estados Unidos.
Aunque inicialmente beneficiaron a la economía estadounidense, esta dependencia de capitales externos se convirtió en una vulnerabilidad crítica que, cuando se perdió la confianza, empujó a los mercados hacia una crisis severa e inevitable.
Una vez que tenemos más claro por qué se produjo el Crack del 29, te explico cuáles fueron sus principales consecuencias.
✅ Consecuencias del Crack del 29: un efecto dominó devastador
Las consecuencias inmediatas del Crack del 29 fueron mucho más allá de las pérdidas bursátiles, generando un impacto sin precedentes que se extendió rápidamente por toda la economía.
Aquí puedes ver claramente los efectos del Crack del 29 en la gráfica del Dow Jones de esas fechas:

Pues bien, estos fueron los principales efectos del Crack del 29, que sentaron las bases para la Gran Depresión:
➡️ Caída de la bolsa de Nueva York y desconfianza generalizada
La caída del mercado de valores tuvo un efecto devastador en la confianza de inversores y consumidores.
La incertidumbre dominó el ánimo de la población, creando un clima de pesimismo que se autoalimentaba y, por tanto, continuaba agravando la situación económica.
Desde luego, cuando fue el Crack del 29, la producción industrial sufrió un golpe tremendo e inmediato.
Y es que, con el pánico instalado en la sociedad, los consumidores comenzaron a restringir severamente sus gastos.
Esta reducción en el consumo impactó negativamente en la demanda de bienes y servicios, causando que muchas empresas, desde pequeños comercios hasta grandes corporaciones, experimentasen graves problemas de liquidez.
Estro provocó que se vieran forzadas a despedir empleados de forma masiva y, en muchos casos, a cerrar definitivamente sus puertas.
Este efecto dominó se propagó rápidamente a través de todos los sectores de la economía.
➡️ Datos alarmantes sobre desempleo y ruina financiera
El aumento exponencial del desempleo fue una de las mayores consecuencias sociales del Crack del 29. En cuestión de semanas, cientos de miles de trabajadores vieron eliminados sus puestos de trabajo, creando una espiral de desesperación social. Las estimaciones sugieren que, en 1931, el desempleo había alcanzado cifras alarmantes, sobrepasando el 25% de la población activa en algunas áreas.

De hecho, si buscas fotos del Crack del 29, verás las largas filas que se formaban para acceder a los bancos de alimentos, las protestas por la falta de empleo y otras muchas imágenes dramáticas, principalmente en las ciudades de Estados Unidos.

Por otra parte, la caída de la bolsa no solo afectó a los pequeños inversores especulativos. De hecho, muchos pequeños ahorradores vieron desvanecerse sus ahorros debido a la caída de las acciones y a las quiebras bancarias masivas.
➡️ Efectos devastadores sobre los bancos y el sistema financiero
Evidentemente, el sistema bancario se resintió gravemente con el impacto del crack bursátil (impagos de créditos, pérdidas de ingresos, etc.).
La confianza en las instituciones financieras se evaporó completamente, lo que llevó a una serie de quiebras bancarias en cadena que acentuaron y prolongaron la crisis económica.
Estas quiebras bancarias comenzaron a acumularse de manera alarmante a partir de 1930. Muchos bancos que habían invertido imprudentemente en el mercado de valores sufrieron pérdidas enormes, resultando en su cierre definitivo.
Esta situación provocó una severa restricción del crédito, ya que las instituciones supervivientes se volvieron extremadamente cautelosas, impidiendo a las empresas obtener la financiación necesaria para operar y recuperar su actividad.
✅ ¿Por qué el Crack del 29 desencadenó una crisis mundial?
El impacto del Crack del 29 trascendió rápidamente las fronteras estadounidenses, convirtiéndose en una crisis verdaderamente global.
Así, la interconexión de las economías mundiales amplificó los efectos de la catástrofe, generando un efecto dominó que afectó a innumerables países y regiones.
➡️ Expansión imparable de la crisis fuera de Estados Unidos
Una de las primeras y más notables repercusiones internacionales del Crack del 29 y la Gran Depresión fue la caída dramática del comercio mundial.
De este modo, a medida que la economía estadounidense se hundía, se iniciaron ciclos de contracción económica en mercados de todo el globo.
Ten en cuenta que la disminución de la capacidad adquisitiva de los consumidores estadounidenses afectó drásticamente a la demanda de productos extranjeros, desencadenando efectos negativos en la economía mundial:
- Menor importación de bienes por parte de Estados Unidos, lo que afectó directamente a los exportadores de otros países.
- Pérdida generalizada de confianza en los mercados internacionales, lo que supuso un enfriamiento severo de las inversiones globales.
- Devaluación de monedas extranjeras frente al dólar, que limitó aún más la competitividad de los productos de exportación.
➡️ Consecuencias del crack del 29 en Europa y otros continentes
Las naciones europeas, muchas de las cuales aún estaban recuperándose de los estragos de la Primera Guerra Mundial, se encontraron en una situación extremadamente precaria a partir del Crac del 29.
Así, la caída de sus exportaciones hacia Estados Unidos impactó severamente en sus industrias y, por tanto, en las economías domésticas.
Entre los resultados más significativos, se incluyen los siguientes:
- Desempleo masivo en sectores industriales, debido a la falta de demanda.
- Inestabilidad política en distintos países, lo que contribuyó a la polarización social.
- Incremento de tensiones económicas que llevaron a políticas proteccionistas contraproducentes en numerosas naciones.
➡️ Desplome de los precios agrícolas y materias primas
La agricultura y la producción de materias primas también se vieron gravemente afectadas por la crisis.
De este modo, a medida que la depresión avanzaba, estos sectores se enfrentaron a un desplome sin precedentes de los precios de sus productos.
Así, los agricultores comenzaron a sentir el peso completo de la crisis, con una descapitalización y falta de ingresos que llevaron a numerosas familias al borde de la ruina total.
Entre las consecuencias más graves destacan la desvalorización masiva de productos agrícolas, la reducción severa en el consumo de alimentos y los movimientos masivos de población rural hacia las ciudades, en busca de oportunidades laborales inexistentes.
✅ Respuestas institucionales ante la crisis: del laissez-faire al New Deal
Las respuestas institucionales ante la catástrofe económica generada por el Crack del 29 reflejaron una profunda tensión entre el tradicional de no intervención y la necesidad urgente de una acción gubernamental decisiva.
Esta dicotomía en el pensamiento económico marcó un antes y un después en las políticas públicas.
➡️ La gestión controvertida de la administración Hoover
Herbert Hoover era el presidente durante el Crack del 29 y, por tanto, su administración fue la primera en enfrentarse a las consecuencias devastadoras del crack.
Desde el principio, Hoover mostró una marcada reticencia a adoptar medidas drásticas, prefiriendo mantener el tradicional enfoque de no intervención estatal en los mercados.
Así, el enfoque de Hoover se caracterizó por un laissez-faire («dejar hacer») extremo, basado en la creencia de que la economía se autorregularía naturalmente.
No obstante, Hoover instó a las empresas a no bajar los salarios y a aumentar la producción, esperando mantener el empleo y el consumo.
Sin embargo, esta estrategia voluntarista resultó completamente insuficiente ante la magnitud y profundidad de la crisis.
Las críticas hacia Hoover crecieron exponencialmente a medida que la crisis se agravaba.
Su negativa a intervenir decididamente en el sector financiero y su confianza en soluciones puramente voluntarias no podían contener el aumento descontrolado del desempleo y la quiebra sistemática de empresas.
De este modo, los ciudadanos comenzaron a percibir a Hoover como completamente incapaz de gestionar la crisis, deteriorando gravemente su legitimidad política.
➡️ El New Deal y la revolución económica de Roosevelt
Con la llegada de Franklin D. Roosevelt en 1933, se implementó un enfoque radicalmente diferente.
El llamado New Deal introdujo un conjunto ambicioso de políticas destinadas a proporcionar un alivio inmediato, estimular la recuperación económica y reformar permanentemente el sistema financiero.
Reformas financieras y regulación de Wall Street
Una de las primeras y más importantes acciones de Roosevelt fue llevar a cabo reformas profundas en el sector financiero.
De este modo, se estableció la Securities and Exchange Commission (SEC) para regular estrictamente el mercado de valores y proteger a los inversores de futuras manipulaciones y fraudes.
Además, se implementaron garantías de depósitos para restaurar la confianza en el sistema bancario y se suspendieron temporalmente las negociaciones bursátiles para evitar un mayor pánico.
Fomento masivo de obras públicas y estímulo al consumo
El New Deal también abarcó una amplia gama de programas de obras públicas, incluyendo la construcción de carreteras, puentes, escuelas y otros proyectos de infraestructura.
Estos proyectos no solo proporcionaron empleo directo a millones de desempleados, sino que también mejoraron significativamente la infraestructura del país y estimularon el consumo general.
Si quieres saber más sobre el impacto del New Deal en la etapa de recuperación de la crisis, puedes hacerlo a través de este estudio.
➡️ Cambios fundamentales en la política económica global
Las medidas adoptadas por Estados Unidos influyeron profundamente en las políticas económicas mundiales, llevando a muchos países a reconsiderar sus enfoques tradicionales hacia la gestión de crisis económicas.
En este sentido, y ante el colapso de sus economías, muchos países optaron por abandonar el patrón oro, permitiendo un mayor control sobre la política monetaria y facilitando la devaluación estratégica de sus monedas (este trabajo del Bank of International Settlements es muy interesante si quieres profundizar en esta cuestión).
Este cambio fundamental buscaba mejorar la competitividad de las exportaciones y estimular el crecimiento económico interno.
No inviertas sin dedicar dos minutos a esto
Porque en 2 minutos, y tras 10 sencillas preguntas, puedes saber cuál es tu perfil de inversión.
Además, te enviaré unos breves consejos con base en tu propio perfil que te ayudarán a definir tus próximos pasos en el mundo de las inversiones.
Deja el email aquí, donde te mandaré ahora mismo los sencillos pasos para que descubras tu perfil:
Ver información de privacidad
✅ Conclusión: lecciones fundamentales del Crack del 29 para inversores modernos
Sin lugar a dudas, el Crack del 29 representa uno de los episodios más interesantes de la historia financiera moderna. Así, nos ha dejado lecciones muy valiosas, que siguen siendo relevantes para los inversores y reguladores de hoy en día.
De este modo, nos permite comprender los peligros de la especulación descontrolada, la importancia de contar con una regulación financiera adecuada y los riesgos sistémicos que pueden derivarse de las burbujas especulativas.
De hecho, hemos visto como situaciones similares se han repetido con la burbuja tecnológica del 2000 o la crisis financiera de 2008.
En todos los casos se han dado una especulación excesiva, demasiado apalancamiento, una euforia irracional y fallos en la regulación y supervisión.
Al final, se cumple aquello de que, para predecir el futuro, hay que estudiar el pasado. Porque, una y otra vez, la historia se repite.
O, como nos recuerda Ray Dalio, «la historia rima», porque nunca se repite exactamente de la misma manera.
Pero, además de la necesidad de aprender de los errores del pasado, me parece especialmente valiosa otra lección que nos dejan, una y otra vez, los mercados financieros:
La economía y las bolsas siempre se recuperan, incluso después de las crisis más profundas de la historia.
Solo tienes que ver el gráfico de evolución del índice Dow Jones durante las últimas décadas:
A pesar de su gravedad, el Crac del 29 se ve como un pequeño tropiezo dentro de una historia de éxito. Y las crisis del 2000 y del 2008 apenas resultan perceptibles en este gráfico.
Por tanto, esto refuerza los principios que siempre me han guiado a la hora de invertir:
- Visión a largo plazo, para desligarme de las pequeñas oscilaciones de los mercados y aprovechar los efectos del interés compuesto (recuerda que tenemos una calculadora de interés compuesto para que puedas visualizar esa «magia» de la que hablan tantos inversores).
- Adecuación al perfil del inversor. Cada persona tiene una situación financiera y unas necesidades vitales que pueden ser muy diferentes. De ahí que debas adaptar tu cartera a tu situación personal: edad, patrimonio, nivel de aversión al riesgo, situación laboral y familiar, conocimientos financieros, etc.
- Independencia de criterio. Dejarse llevar por la euforia o el pánico siempre nos lleva a cometer errores. Por tanto, es imprescindible analizar cada situación de la forma más objetiva posible, ser prudentes en la toma de decisiones y, por supuesto, continuar aprendiendo día a día.
Espero que este episodio histórico te haya resultado interesante y que hayas podido extraer algún aprendizaje para aplicar a la gestión de tu cartera.
En cualquier caso, y como siempre, me encantará leer tu opinión en los comentarios.
Hasta el próximo artículo, ¡te deseo unas muy felices inversiones!
✅ Preguntas frecuentes sobre el Crack del 29
El desarrollo del Crack del 29 tuvo un impacto devastador a nivel global.
El comercio internacional se redujo drásticamente al disminuir las importaciones estadounidenses, afectando especialmente a países exportadores.
Las industrias dependientes de exportación sufrieron cierres masivos, se generó inestabilidad política en múltiples naciones y las economías más vulnerables se enfrentaron a colapsos severos que exacerbaron la crisis mundial.
El origen del Crack del 29 puede situarse en la formación de una burbuja de especulación bursátil.
Así, durante los «Felices Años Veinte», la gente compraba acciones con dinero prestado, inflando sus precios sin un respaldo real.
Esto creó un mercado inestable que se desplomó entre el Jueves Negro y el Martes Negro de octubre de 1929, provocando pánico, ventas masivas y el colapso del sistema financiero, lo que a su vez desencadenó la Gran Depresión.
El New Deal incluyó reformas financieras profundas como la creación de la SEC para regular Wall Street, programas masivos de obras públicas para generar empleo y medidas de protección social para los más afectados.
Aunque no resolvió inmediatamente todos los problemas económicos, sentó las bases para una recuperación gradual y transformó fundamentalmente la gestión económica estadounidense.
Las principales causas del Crack del 29 se resumen en una especulación excesiva sin análisis fundamental adecuado, el fácil acceso al crédito que permitió comprar acciones con márgenes peligrosos y las políticas monetarias excesivamente laxas de la Reserva Federal.
La combinación de estos factores creó una burbuja especulativa insostenible que, al estallar, arrastró a millones de inversores a la ruina financiera.
El Crack del 29 es considerado histórico por su magnitud devastadora y sus consecuencias globales. No solo provocó pérdidas millonarias en la bolsa, sino que desencadenó un efecto dominó que causó quiebras empresariales masivas, colapso bancario y desempleo del 25%.
Este evento demostró cómo la inestabilidad financiera puede afectar profundamente a toda la sociedad y desencadenar una Gran Depresión que se prolongó casi una década.
El Jueves Negro (24 de octubre) marcó el inicio del pánico, con 12,9 millones de acciones intercambiadas, pero aún hubo intentos bancarios de estabilizar el mercado.
En contraste, el Martes Negro (29 de octubre) representó el colapso definitivo, con más de 16 millones de acciones vendidas en pánico total, marcando el fin irreversible de la confianza en Wall Street y provocando una caída adicional del 12% en el Dow Jones.
Las lecciones principales incluyen la necesidad crítica de una regulación adecuada en los mercados financieros para prevenir burbujas especulativas, la importancia de la educación financiera para inversores particulares y el papel fundamental del gobierno en la supervisión y rescate de instituciones estratégicas.
También destacó los peligros del apalancamiento excesivo y la importancia de no dejarse llevar por la euforia colectiva del mercado.
El apalancamiento excesivo fue crucial en amplificar la crisis. Así, los inversores compraban acciones financiándose con préstamos, lo que les permitía adquirir títulos por una fracción de su valor real.
Esta práctica multiplicaba las ganancias potenciales, pero también exponía a riesgos enormes, haciendo que cualquier caída del mercado resultara catastrófica para las finanzas personales de millones de especuladores.



