El libro «Acciones ordinarias y beneficios extraordinarios» es un clásico de la inversión. En él el autor nos explica cómo hacer un análisis cualitativo de las empresas para definir si será rentable invertir en ellas o no.
De hecho, Philip Fisher nos dice que:
“Un inversor inteligente nunca debería comprar acciones solo porque sean baratas, sino porque prometen un rendimiento elevado”
Una afirmación que yo también sostengo.
Nunca dejes llevarte por la emoción de comprar acciones baratas sin antes analizar cuál es el estado de la empresa y la situación del sector en el que opera.
A lo largo de este artículo vamos a adentrarnos en la filosofía de Fisher y vas a descubrir los puntos más importantes de su método de inversión.
Pero antes de ver todos los aprendizajes que podemos extraer de esta lectura, déjame que te cuente un poco sobre la historia de Fisher.
✅ ¿Quién es Philip Fisher?
Fisher nació en 1907 en Estados Unidos.
Como explica en el libro, comenzó a interesarse por el mundo de la inversión al escuchar las conversaciones entre su tío y su abuela sobre inversiones y las acciones que esta había adquirido.
Empezó su carrera como inversor en 1928, tras abandonar sus estudios en la Universidad de Stanford para comenzar a trabajar como analista en Anglo-London Bank en San Francisco.
Tres años más tarde, en plena crisis del 29, dejó el puesto que ocupaba y fundó su empresa de inversiones Fisher & Company, donde trabajó hasta el 1999 (fecha en la que se jubiló).
A día de hoy es considerado como un pionero en la inversión en crecimiento (investing in growth stocks), ya que su estrategia de inversión siempre se centró en buscar empresas de muy buena calidad a buen precio para invertir en ellas a muy largo plazo.
Como dato curioso…
El propio Warren Buffett dice haber sido influenciado un 85% por Benjamin Graham y un 15% por Philip Fisher, por lo que no es de extrañar que Fisher sea un inversor muy relevante en el mundo de la inversión.
>> Si te interesa puedes leer el resumen del libro Graham, un libro que también marcó en la forma de invertir de Buffet puedes leerlo aquí.
✅ Introducción a «Acciones ordinarias y beneficios extraordinarios»
Su libro «Acciones ordinarias y beneficios extraordinarios» (en inglés «Common Stocks and Uncommon Profits») se colocó en la fecha de su publicación (1958) como uno de los libros más vendidos en la lista de The New York Times. De hecho fue la primera vez que una guía de inversión ocupaba ese lugar.
Sin embargo, debes saber que en sus inicios era más corto, ya que en la actualidad este libro está compuesto por la fusión de 3 libros del autor:
- Common Stocks and Uncommon Profits (Acciones ordinarias y beneficios extraordinarios).
- Conservative Investor Sleep Well (Los inversores conservadores duermen bien): publicado originalmente en el 1975.
- Developing an Investment Philosophy (Desarrollo de una filosofía de inversión): publicado en el 1980.
El primero es quizá el más importante de los tres ya que es donde el autor nos desvela su filosofía y nos explica todos los conceptos más importantes de su estrategia de inversión. Los otros dos amplían la información del primero.
Los 4 aprendizajes clave del libro «Acciones ordinarias y beneficios extraordinarios»
De esta lectura podemos extraer que la filosofía de Fisher se centraba en darle mucha importancia al crecimiento cualitativo de las acciones.
El objetivo principal de su inversión era la de mantener las acciones a largo plazo siempre y cuando el pico de máxima ganancia aún no hubiera pasado. Es decir, que aún hubiera una previsión de seguir ganando (incluso cuando la acción estuviera sobrevalorada).
Él afirmaba que la mejor estrategia que un inversor podía seguir era la de tener una cartera concentrada de empresas (es decir, poco diversificada) con perspectivas de crecimiento convincentes.
Pero ¿qué criterios seguía para conseguirlo?
A continuación te cuento los puntos clave de su método de inversión.
1#. El método de investigación de mercado “Scuttlebut”
Para obtener grandes beneficios en las inversiones, Fisher explica que es importante analizar las empresas.
Sin embargo, no recomienda utilizar los ratios financieros habituales ni las cuentas de resultados, sino que en el libro nos habla de “Scuttlebut” (que se podría traducir como “rumorología”).
El método “Scuttlebut” consiste en obtener información de la empresa que queramos invertir a través de los directivos, clientes, proveedores y/o competidores.
Para llevarlo a cabo Fisher nos especifica los 3 pasos que hay que seguir:
- Preguntar de forma estratégica a empresas que compiten con nuestro objetivo sobre las fortalezas y debilidades de la empresa que nos interesa invertir: para ello es necesario escoger bien cómo vamos a comunicarnos para obtener las respuestas que buscamos.
- Preguntar a compradores o proveedores: podemos recurrir a conocidos que trabajen en la empresa (aunque aquí no siempre podrán darnos mucha información pues están sujetos a cláusulas de confidencialidad) e investigar en foros y círculos de inversión.
- Encontrar ex-empleados que nos den información (siempre que sea posible): esta es quizá la más complicada de todas; es muy difícil encontrarles y que, además, quieran hablar sobre su antiguo empleador.
Pero esto no es todo.
Además, en el libro Fisher va un poco más allá de esta investigación y nos detalla 15 puntos que debe cumplir la empresa que estamos valorando para decidir si invertir o no en ella.
2#. Las 15 preguntas para analizar las empresas
Fisher identificó 15 preguntas que debía hacerse para detectar si se encontraba ante una oportunidad de inversión atractiva o no. De hecho, estas preguntas las utilizaba como una lista de verificación.
Y con las respuestas podría (o podemos) conocer:
- El potencial de crecimiento de la empresa.
- La capacidad de gestión de los directivos.
- La actitud defensiva y adaptativa del negocio.
Este es el listado de preguntas que Fisher propone que nos hagamos antes de elegir una inversión:
- ¿La empresa tiene productos o servicios con el suficiente potencial como para hacer posible un incremento de las ventas durante al menos los próximos años?
- ¿La dirección está decidida a seguir desarrollando productos o procesos que seguirán aumentando las ventas cuando los potenciales decrecimiento de las líneas de producto actualmente atractivas hayan sido explotados?
- ¿Qué eficacia tienen los esfuerzos de investigación y desarrollo de la empresa en relación a su tamaño?
- ¿La empresa tiene una organización de ventas por encima de la media?
- ¿La empresa tiene un margen de beneficio que merece la pena tener en cuenta?
- ¿Qué hace la empresa para mantener o mejorar sus márgenes de beneficio?
- ¿La empresa tiene un personal óptimo y unas excelentes relaciones laborales?
- ¿Los directivos de la empresa tienen unas relaciones excelentes entre ellos?
- ¿La empresa tiene la suficiente capacidad para formar a sus ejecutivos?
- ¿Qué calidad tienen los análisis de costes y los controles de contabilidad de la empresa?
- ¿Hay otros aspectos del negocio, de alguna manera específicos del sector determinado, que puedan dar pistas al inversor sobre lo excepcional que puede ser la empresa en relación con sus competidores?
- ¿Tiene la empresa una previsión a corto o a largo plazo en relación a los beneficios?
- En el futuro previsible, ¿requerirá el crecimiento de la empresa la suficiente financiación de capital para que el mayor número de acciones entonces en circulación cancelen el beneficio de los accionistas actuales por este crecimiento anticipado?
- ¿Habla la dirección libremente sobre sus asuntos cuando las cosas van bien, pero se niegan a comunicar cuando aparecen los problemas y las decepciones?
- ¿Tiene la empresa un equipo directivo con una integridad incuestionable?
Como bien dice el autor, es complicado encontrar una empresa que cumpla con las 15 características. Sin embargo, si una compañía falla en la mayoría de estos aspectos, no es recomendable invertir en ella.
Por lo tanto, con estas preguntas tendremos una buena idea de en qué empresas es interesante invertir y cuáles son preferibles evitar.
3#. Las características principales que cumple siempre una buena empresa
Este punto está íntimamente relacionado con el anterior, pero dada su relevancia merece una mención a parte.
Según Fisher hay una serie de consideraciones que debemos tener muy presentes para asegurarnos de que las empresas sean sostenibles a largo plazo:
- El funcionamiento de la empresa: es decir, la empresa en cuestión debe ser capaz de realizar operaciones de bajo coste, centrarse siempre en el cliente, trabajar el marketing de forma eficiente, realizar I+D y también llevar a cabo buenas prácticas contables.
- Factor humano del negocio: Fisher nos explica que es importante que las empresas tengan una filosofía basada en el espíritu de equipo. Por eso buscaba corporaciones que evidenciaran su desarrollo interno, su disciplina de inversión y su cultura interna.
- Capacidad del negocio para crecer y defenderse: aunque una empresa se encuentre ante dificultades, esta tiene que ser capaz de superarlas y conseguir beneficios. Si una empresa no demuestra esta habilidad, sin duda, no entra dentro del ránking de las mejores empresas en las que invertir. Por ejemplo, durante el confinamiento de la crisis del coronavirus una empresa que ha sabido defenderse y seguir creciendo ha sido Amazon, que creció por encima de sus cotizaciones máximas históricas.
- Altas habilidades financieras: la empresa debe ser capaz de detectar y saber cuándo seguir y cuándo no hacerlo con las iniciativas que esté llevando a cabo. Cuando las cosas no funcionan hay que saber parar a tiempo y tomar otros caminos.
Por estas razones, Fisher no recomienda invertir en acciones de empresas nuevas (sobre todo a aquellos inversores más conservadores), porque de estas aún no sabemos qué habilidades y capacidades tienen.
Según él, lo ideal es apostar por compañías con un historial de rentabilidad comprobado, o como te explicaré más adelante, en empresas jóvenes pero con una perspectiva de crecimiento sustancial (las conocidas “growth stocks”).
4#. La inversión a largo plazo sí, pero… con excepciones
Una vez hemos encontrado una acción que cumpla con la mayoría de los requisitos de los apartados anteriores es necesario decidir el timing de compra.
Para ello, Fisher explica que:
Normalmente la compra de un valor está condicionada por el ciclo económico y por otros aspectos como: la tasa de interés, las tendencias de la inflación y las políticas gubernamentales de cada país referentes a la inversión.
Sin embargo, él recomienda comprar un valor cuando dispongamos de la cantidad de dinero necesaria y no esperarnos a los ciclos económicos.
Una vez estemos invertidos, la duda que puede venirnos a la mente es: ¿cuándo es el momento indicado para vender?
Como ya te he explicado, para el autor lo ideal es mantener las acciones muy a largo plazo. El efecto compuesto hace que con el tiempo la inversión siempre tienda a crecer. Por ejemplo, él tuvo durante décadas en su cartera la empresa Motorola, concretamente desde 1955 hasta su muerte en 2004.
De hecho, es famoso por decir que las acciones no se deben vender «casi nunca».Solo existen 3 situaciones concretas en las que sí recomienda vender:
- Cuando hemos cometido un error: por ejemplo, si hemos calculado mal el potencial de la empresa y resulta que no tiene esa capacidad de revalorización debemos salir de esa inversión.
- Cuando el perfil de la empresa cambia y ya no cumple con la mayoría de las 15 características.
- Cuando has realizado una inversión a corto plazo con una finalidad específica: a veces, mientras se buscan esas acciones en las que invertir a largo plazo, se puede invertir en acciones a corto plazo. Pero cuando encuentras esa acción con potencial de revalorización es preferible salir de la inversión que has realizado a corto plazo, puesto que la previsión de ganancias con la otra inversión a largo plazo es mayor.
Eso sí, al igual que otros muchos autores y expertos en inversión, Fisher nos cuenta que es muy importante no vender por razones emocionales, ni porque lo está haciendo la multitud o, incluso, para ganar dinero rápido.
Una empresa que tiene potencial de crecimiento es siempre una buena inversión y no hay que desinvertir.
En definitiva, la estrategia de inversión que él propone se centra en inversiones a largo plazo, con pocos movimientos y centradas en sectores que en los que el inversor tenga conocimientos.
✅ El padre de la inversión en “growth stocks”
La estrategia de inversión de Philip Fisher se dividió en adquirir dos tipos de empresas, ambas con una previsión de crecimiento exponencial.
- Pequeñas y jóvenes empresas con productos que pueden tener, con el tiempo, un crecimiento sensacional.
- Grandes compañías con finanzas muy sólidas y una perspectiva de crecimiento evidente. Algunas de esas empresas en las que Fisher invirtió fueron IBM, Dow Chemical y DuPont, todas ellas tuvieron un crecimiento de 5 veces el precio en tan solo un periodo de tiempo de 10 años (1946-1956).
Fíjate en el caso de IBM.
Fisher fue pionero en darse cuenta del potencial de este tipo de empresas, de ahí que lo consideren el padre de la inversión de las empresas en crecimiento o investing in growth stocks.
Él mismo escribió:
«Las acciones en crecimiento ofrecen, con diferencia, una gran posibilidad de ganancia. Su valor puede aumentar un porcentaje de hasta miles de puntos en tan solo una década».
En definitiva.
P. Fisher buscaba las mejores acciones de crecimiento, en las cuales invertía pronto y las mantenía durante décadas. Ello hacía que tuviese una cartera concentrada; tan solo tenía acciones de pocas empresas pero de muy alta calidad.
Llamaba a esta manera de invertir «gangas estadísticas» (statistical bargains).
A modo de curiosidad…
A Fisher le interesaban particularmente las empresas de tecnología. En su época eran empresas que tenían unas perspectivas de futuro inmejorables y mucho recorrido por delante.
En concreto, y siguiendo su estrategia de inversión en growth stocks, se interesaba por las grandes empresas tecnológicas que tuvieran un precio justo respecto a su valor intrínseco, además de amplios márgenes de beneficio y que estuvieran comprometidas con el I+D de nuevos productos.
✅ ¿Recomiendo el libro «Acciones ordinarias y beneficios extraordinarios» de Philip Fisher?
Sin duda alguna.
En mi opinión, el autor es uno de los mejores inversores de la historia y su libro es otro de los grandes imprescindibles que debes incluir en tu lista de lectura si quieres aprender a invertir.
Además, a pesar de los años que hace que está publicado, todas las enseñanzas siguen teniendo mucha vigencia hoy en día.
En pocas palabras y a modo de conclusión, el libro de Fisher nos enseña que:
Para tener resultados excelentes invirtiendo en una compañía, no debemos guiarnos solo por el precio de las acciones, sino que es imperativo hacer un análisis exhaustivo de la empresa.
Y de nuevo, estoy totalmente de acuerdo con su filosofía, por eso en mi curso de inversión en dividendos y mi curso de inversión inmobiliaria en EEUU enseño una parte importante sobre análisis para que mis alumnos tengan la capacidad de decidir dónde invertir y dónde no.
Espero que este artículo resumen te haya resultado interesante.
Si tienes ganas de profundizar y adentrarse entre sus páginas, puedes hacerte con el libro aquí: «Acciones ordinarias y beneficios extraordinarios».
Y ahora, cuéntame, ¿qué te ha parecido la filosofía y el método de Fisher? Si te apetece compartir tus impresiones con la comunidad de El Club de Inversión deja tu comentario justo aquí abajo.
Hasta el próximo artículo, te deseo unas muy felices inversiones.
Excelente
¡Muchas gracias! por tu valoración Tabare 🙂 un saludo
muchas gracias por la informacion ofrecida,como siempre muy didactico.
¡Muchas gracias! a ti Luis 🙂 nos alegra mucho que haya sido de gran ayuda el artículo publicado por Andrea. Un saludo
Excelente resumen Andrea!!! muy claro y de mucho valor para quienes como yo, estamos empezando a invertir. Muchas Gracias!!! saludos desde Argentina.
¡Muchas gracias! René por aportar tu valoración sobre el artículo publicado por Andrea. Un saludo 🙂
Hola Andrea: Excelente explicación, parece muy interesante el libro. Yo soy más de análisis técnico, me parece más fácil.
Saludos y buenas inversiones
Hola Ramón, ¡muchas gracias! por dejar tu comentario sobre el artículo publicado por Andrea. Nuestra sugerencia es complementar ambos para un mejor análisis. Si bien es cierto, que el análisis técnico es de suma importancia, tampoco debemos dejar pasar por algo el fundamental, pues son los números de la empresa. Imagina que una empresa desde el punto de vista técnico da señales de compra, pero sin embargo acumula una elevada deuda y sus ratios dejan mucho que desear. Nuestra sugerencia es analizar ambos ;-). Un saludo
Libro acciones ordinarias y beneficios extraordinarios.
Pero Me pregunto como puedo yo poner en practica los 15 puntos que se hablan si esto es mas informacion privilegiada de la empresa es como que uno se tiene que infiltrar en la empresa? Como lo haria usted en este siglo y esta era moderna.
Hola Arismendy, ¡muchas gracias! por tu comentario. Sería muy complicado poder aportar una respuesta en unas pocas líneas, pues es algo que requiere de gran extensión y aportar mucha información al respecto. Sin embargo, si te interesa la inversión en empresas que reparten dividendos, te invitamos a considerar formarte con Andrea 😉
https://www.elclubdeinversion.com/curso-inversion-dividendos/ esperamos haberte podido ayudar. Un saludo.
Excelente, me quedó muy claro!!
¡Muchas gracias! Néstor 🙂 por tu valoración sobre el artículo publicado y compartido por parte de Andrea. Un saludo.
Excelente resumen. En mi opinión es un libro bastante denso, no del todo ameno para el lector. Lei un paseo aleatorio y los dos de peter Lynch y nada que ver el de Fisher.
Un saludo
¡Muchas gracias! Rafael 🙂 por tus palabras hacia el artículo publicado por parte de Andrea. Del mismo modo, agradecemos que hayas compartido con el resto de la comunidad tu valoración sobre el libro. Un saludo.