La biografía de Andrew Carnegie tiene importantes paralelismos con la de otros grandes millonarios estadounidenses de los siglos XIX – XX: orígenes humildes, éxito empresarial y filantropía.
De este modo, al igual que Rockefeller transformó la industria del petróleo y Ford la del automóvil, Carnegie pasó a la historia como el gran empresario del acero.
Igualmente, aunque en menor medida que a Rockefeller, también se le acusó de servirse de ciertas prácticas empresariales de dudosa moralidad si las juzgásemos con la perspectiva actual.
Sin embargo, es evidente que ni las leyes ni el contexto histórico eran los mismos.
En cualquier caso, Andrew Carnegie dedicó los últimos años de su vida a desarrollar una intensa actividad filantrópica, cuyos frutos seguimos disfrutando hoy en día.
Desde mi punto de vista, la figura de Carnegie puede resultar muy inspiradora, tanto por su habilidad en la creación de negocios como a la hora de reinvertir los beneficios con sabiduría. De hecho, también te voy a comentar los principales aprendizajes que yo he extraído de él.
Además, su vena filantrópica y su inagotable optimismo vital lo hacen todavía más interesante para mí.
Tanto si te interesa el mundo del emprendimiento como si quieres manejar tus inversiones de forma más eficiente, seguro que tú también encuentras inspiración en su apasionante biografía.
✅ Breve biografía de Andrew Carnegie: origen, desarrollo profesional e inversiones
En los siguientes apartados te guiaré brevemente por la biografía de Andrew Carnegie, desde sus humildes orígenes familiares hasta acabar creando el imperio industrial que lo hizo multimillonario.
➡️ #1. Origen, formación y emigración: de Escocia a Estados Unidos
Andrew Carnegie nació en Escocia en 1835, de donde procede toda su familia. Allí completó sus primeros años de formación en una escuela fundada por un conocido filántropo escocés.
Sin embargo, en 1848, y en medio de una difícil situación económica, la familia decidió trasladarse a Estados Unidos en busca de más y mejores oportunidades.
De este modo, los Carnegie llegaron a Allegheny, Pennsylvania, en septiembre de ese mismo año.
Esta población hoy forma parte de Pittsburgh, ciudad que quedaría para siempre ligada a Andrew Carnegie a través de las muchas instituciones que se crearon con sus aportaciones filantrópicas.
El joven Andrew ya nunca reanudó su educación formal, empezando su vida laboral en Estados Unidos ese mismo año.
➡️ #2. ¿Cuál fue el primer trabajo de Andrew Carnegie?
El primer empleo de Andrew Carnegie, con tan solo 12 años, fue en una fábrica de algodón.
Como bobbin boy o «chico de bobinas», se encargaba de suministrar bobinas vacías para el hilado, así como de llevarse las bobinas de algodón una vez completas.
Por este primer trabajo, ganaba apenas 1,20 dólares a la semana.
En cualquier caso, enseguida empezó a destacar como una persona trabajadora, con iniciativa y ambición por mejorar.
Fue así como consiguió su segundo puesto, también en la industria textil, pero esta vez atendiendo la maquinaria de vapor. Aunque el salario era mejor, el trabajo era extremadamente duro.
➡️ #3. Telégrafo, ferrocarril e inversiones: los inicios de una gran fortuna
El siguiente trabajo de Andrew Carnegie fue ya dentro de la industria telegráfica, en la Ohio Telegraph Company. Su salario era algo mejor y el trabajo era más interesante.
De hecho, le dio muchas oportunidades de demostrar su talento y así promocionar a mejores puestos.
De este modo, empezó a destacar como un trabajador comprometido e inteligente, con muchas ganas de aprender. Aprovechando su acceso a la biblioteca privada, Carnegie completó su formación de modo autodidacta.
Poco después, con tan solo 18 años, consiguió un puesto de telegrafista en la Pennsylvania Railroad Company. Sin duda, le ayudó su perfecto dominio del código Morse, que aprendió también de forma 100% autodidacta.
Gracias a su talento y al gran momento de expansión del ferrocarril durante esos años, Andrew Carnegie fue ascendiendo en la empresa y mejorando su salario progresivamente.
Al mismo tiempo, empezó a invertir sus ganancias en diversos negocios con muy buen criterio. Y es que Andrew Carnegie destacaba por reinvertir siempre los beneficios, lo que le permitió multiplicar su patrimonio.
Con poco más de 30 años, ya podía considerarse rico.
En cualquier caso, durante toda su trayectoria, se vio a sí mismo como un auténtico inversor, en el sentido de creador de negocios, y no como un simple especulador o trader.
De hecho, si quieres aprender más sobre los distintos estilos de inversión y las opciones disponibles para ponerlos en práctica, te animo a suscribirte a mi newsletter gratuita. Seguro que encuentras algunas ideas que te servirán de inspiración.
➡️ #4. Andrew Carnegie y la industria del acero
Poco a poco, Carnegie fue invirtiendo en negocios relacionados con el petróleo y, especialmente, con el hierro. Gracias a sus conexiones dentro de la Pennsylvania Railroad Company, consiguió importantes contratos que le ayudaron a acrecentar su fortuna.
De todos modos, sería el sector del acero el que realmente lo catapultó al éxito económico.
Así, a través de distintas adquisiciones y acuerdos con otras empresas, Carnegie logró multiplicar la eficiencia de sus procesos productivos y convertirse en el mayor productor de hierro en bruto y raíles de acero del mundo.
En 1892, después de la integración de varias empresas, creó la Carnegie Steel Company, que se convirtió en un imparable motor industrial con el que multiplicó su fortuna hasta límites insospechados.
Durante esta época, también creó una biblioteca gratuita para empleados, que fue la primera de muchas iniciativas similares.
No obstante, como sucedió con Rockefeller, a Carnegie también le acompañó una cierta polémica. Por ejemplo, eran habituales las prácticas relacionadas con el clientelismo o la corrupción, así como la explotación laboral o el sofocamiento de huelgas.
De todos modos, como ya hemos visto, es imposible juzgar a Carnegie con una perspectiva actual. Y es que, tanto las regulaciones legales, como la práctica de los negocios, se regían por parámetros muy diferentes.
➡️ #5. La creación de la U.S. Steel
El buen hacer de Andrew Carnegie en el sector del acero, pronto atrajo la atención del famoso banquero J.P. Morgan.
De este modo, después de arduas negociaciones, el 2 de marzo de 1901, Morgan adquiere la Carnegie Steel Company para fundar la United States Steel Company. Esta fue la primera empresa del mundo que alcanzó una capitalización superior a los 1.000 millones de dólares.
Con esta venta, que le reportó 480 millones de dólares, Andrew Carnegie se convirtió en la persona más rica de la historia hasta ese momento.
Llegado este punto, Carnegie decidió retirarse del mundo de los negocios.
✅ Filantropía, antiimperialismo y viajes
Después de finalizar su etapa al frente de la compañía acerera, Carnegie se centró en desarrollar una intensa actividad filantrópica, al tiempo que perseguía otros intereses más vinculados con la vida social e incluso con un cierto activismo pacifista.
Sin duda, esto ha contribuido a que, en el balance global, haya pasado a la historia como el gran filántropo que también fue.
➡️ #1. Andrew Carnegie: el gran filántropo
Efectivamente, tras vender su compañía, Carnegie dedicó sus últimos años (entre 1901 y 1919) a desarrollar una intensa actividad filantrópica.
De este modo, acabaría donando un total de 350 millones de dólares, lo que equivale a casi el 90% de su fortuna total. En cifras actuales, serían casi 10.000 millones de dólares.
Así, entre otras muchas obras benéficas, fundó las siguientes instituciones:
- Un total de 2.509 bibliotecas públicas gratuitas por todo el mundo.
- La prestigiosa Carnegie Mellon University de Pittsburgh, que sigue actualmente en funcionamiento.
- Los Carnegie Museums of Pittsburgh.
- El Carnegie Trust para las universidades de Escocia.
- El Carnegie United Kingdom Trust.
- El famoso auditorio Carnegie Hall, en Nueva York.
Toda esta ideología filantrópica ya la había plasmado Carnegie en un ensayo de 1889: «Gospel of Wealth» o «Evangelio de la riqueza».
En esta obra afirmaba que los ricos tenían la obligación moral de redistribuir su patrimonio para el bien común.
➡️ #2. Un empresario pacifista y viajero
A diferencia de Rockefeller, Carnegie disfrutaba de los viajes y de la vida social. En este sentido, eran muy habituales sus desplazamientos entre Estados Unidos y Escocia e Inglaterra, con estancias de varios meses cada año.
También le gustaba reunirse con todo tipo de personas, tanto grandes empresarios o políticos como simples ciudadanos de a pie. De hecho, sus inquietudes intelectuales le hacían interesarse por los más diversos temas, que a veces desarrollaba en artículos de prensa.
El pacifismo y antiimperialismo fueron también importantes facetas de su ideología, como gran defensor del sistema democrático que era. Por ejemplo, se opuso con firmeza a la posible anexión de las Filipinas a Estados Unidos, después de la guerra con España.
Tras esta última etapa, plenamente dedicada a actividades intelectuales y filantrópicas, Carnegie murió el 11 de agosto de 1919, con 83 años de edad.
✅ [Opinión personal] ¿Quién es Andrew Carnegie para mí?
Como otros grandes pioneros industriales de los Estados Unidos, Andrew Carnegie me parece una figura realmente muy inspiradora.
Y es que, con sus luces y sus sombras, dejó siempre constancia de un enorme talento para los negocios, una increíble habilidad como inversor y, finalmente, una generosidad indiscutible.
De este modo, yo destacaría cuatro grandes aprendizajes que podemos extraer de su trayectoria:
- Reinversión de beneficios y visión empresarial: sin duda, Carnegie no podría haber acumulado su enorme riqueza sin una constante reinversión de los beneficios para hacer crecer el negocio. En este sentido, se demuestra una vez más que un negocio bien gestionado y con visión de futuro puede actuar como multiplicador de cualquier inversión.
- Optimismo vital: Andrew Carnegie siempre fue una persona sonriente y agradecida, con optimismo de cara al futuro. Desde luego, esta actitud vital le ayudó a vencer obstáculos y a construir su imperio pese a todas las dificultades a las que se enfrentó.
- Importancia del tiempo libre y la vida social: desde muy pronto, trató de buscar un equilibrio entre ocio y trabajo. De hecho, en cuanto pudo permitírselo, dedicaba al negocio tan solo unas horas por la mañana, sin que ello hiciera mermar su productividad.
- Inquietudes intelectuales: Andrew Carnegie no solo vivía para sus negocios o para amasar dinero. Por el contrario, era un incansable lector, ávido de conocimientos. De hecho, a pesar de ser autodidacta, llegó a alcanzar un importante nivel de erudición y dedicó mucho tiempo y esfuerzo a la escritura.
Ahora que ya sabes quién fue Andrew Carnegie y qué hizo para llegar a convertirse en una de las personas más ricas de todos los tiempos, seguro que encuentras alguna faceta que puede servirte de inspiración.
Tanto si eres emprendedor como si quieres aprender a invertir o, simplemente, a ser más productivo en tu trabajo, la trayectoria de este magnate del acero no tiene desperdicio.
Finalmente, si quieres profundizar más en su vida y en su obra, te recomiendo el libro «Andrew Carnegie», de David Nasaw.
Hasta el próximo artículo, ¡te deseo unas muy felices inversiones!
Excelente trabajo. No conocia mucho del señor Carnegie hasta ahora.
Muchas gracias.
¡Muchas gracias! Roberto 🙂 por tu valoración sobre el artículo publicado por parte de Andrea. Nos alegra mucho leer que has podido conocer a Andrew Carnegie. Un saludo.
Muy interesantes tus publicaciones. Estoy siguiéndolas todas. Gracias!
¡Muchas gracias! Nani 🙂 por la confianza depositada en Andrea y por saber apreciar su trabajo y esfuerzo. Nos alegra mucho poder contar contigo como suscriptor de El Club de Inversión. Un saludo.
Desde luego que es un vida muy inspiradora y de la que se puede aprender mucho. Puede que tuviera sus sombras, pero hay mucho que aprender de todos estos emprendedores / visionarios que fueron capaces de crear riqueza donde los demás no ven ninguna oportunidad.
Gracias Andrea por estas biografías tan interesantes.
¡Muchas gracias! a ti Pedro 🙂 por saber apreciar el contenido publicado por parte de Andrea y por aportar tu opinión al resto de la comunidad de El Club de Inversión. Un saludo.
Muy buenas publicaciones , gracias !!
son simples ,muy concretas y muy superadoras.
Siempre te quedas pensando en algo.
Gracias !!
¡Muchas gracias! Omar 🙂 por saber apreciar el contenido compartido por Andrea y por ofrecernos tu valoración sobre el artículo. Un saludo.
Si habia leido algo de su historia en «Piense y Hágase Rico», la parte que mas me encanta es el de querer retribuir a la sociedad. SAludos
¡Muchas gracias! Erik 🙂 por compartir con el resto de la comunidad tu valoración sobre Andrew Carnegie y la lectura del libro «Piense y Hágase Rico». Un saludo.