No necesariamente. Aunque tener poca experiencia puede hacer que la inversión inmobiliaria parezca más compleja, existen estrategias adaptadas a principiantes.
Por ejemplo, puedes empezar con inversiones inmobiliarias indirectas como el crowdfunding, los REITs o SOCIMIs o los ETFs del sector inmobiliario (de hecho, esta es una forma de invertir en el sector de los bienes inmuebles a través de la bolsa).
Estas opciones requieren menos conocimientos técnicos y no implican una gestión activa del inmueble.
Además, permiten empezar con poco capital, lo cual es ideal para quienes se están iniciando.
Por tanto, si te interesa el inmobiliario, no necesitas descartarlo; solo debes elegir la estrategia más adecuada a tu nivel y perfil de inversor.
