La tasa de interés es siempre una estimación, no una certeza. Para que sea realista, básate en el tipo de activo en el que piensas invertir. Por ejemplo, la rentabilidad histórica a largo plazo de una cartera diversificada en acciones globales (como un fondo indexado al MSCI World) ha rondado el 8%-10% anual.
Un buen consejo es usar una cifra algo conservadora en la calculadora, como un 6% o 7%, para ajustar las expectativas a la volatilidad del mercado. Puedes probar varios escenarios (pesimista, realista y optimista) para ver diferentes posibilidades.