Los ETFs son también fondos pasivos que replican índices, pero cotizan en bolsa como acciones.
Se compran y venden en tiempo real, pero no ofrecen el beneficio fiscal del diferimiento que sí tienen los fondos indexados españoles.
Tienen comisiones muy bajas y una oferta muy amplia, lo que los hace una opción ideal para invertir a largo plazo, pese a la limitación fiscal al vender.