Si buscas un equilibrio entre riesgo y rentabilidad, considera opciones como:
- Bolsa: Invertir en acciones de empresas sólidas.
- Inmuebles: Bienes raíces para ingresos pasivos y apreciación a largo plazo.
- Criptomonedas: Aunque volátiles, pueden ofrecer altas rentabilidades.
- Materias primas: Oro, petróleo u otros activos físicos.
Cada alternativa tiene su perfil de riesgo y es importante adaptarla a tus objetivos financieros.