El Crack del 29 es considerado histórico por su magnitud devastadora y sus consecuencias globales. No solo provocó pérdidas millonarias en la bolsa, sino que desencadenó un efecto dominó que causó quiebras empresariales masivas, colapso bancario y desempleo del 25%.
Este evento demostró cómo la inestabilidad financiera puede afectar profundamente a toda la sociedad y desencadenar una Gran Depresión que se prolongó casi una década.