Un flujo de caja libre positivo indica que la empresa genera suficiente efectivo para cubrir sus operaciones e inversiones necesarias, teniendo aún capacidad para otras acciones estratégicas.
Esto le permite pagar dividendos sostenibles a sus accionistas, recomprar acciones, invertir en nuevos proyectos de crecimiento o reducir su deuda. En resumen, refleja una buena salud financiera y flexibilidad estratégica para aprovechar oportunidades de negocio.