La resistencia al cambio, representada por Kif, surge del miedo natural a lo desconocido y la comodidad que proporciona la predictibilidad. Muchas personas desarrollan apego emocional a sus circunstancias actuales, incluso cuando no son óptimas, porque representan seguridad y familiaridad. Esta resistencia también puede estar relacionada con la autoestima y la identidad personal, ya que el cambio a menudo requiere reconocer que nuestros métodos anteriores ya no funcionan.