No hay límites formales para transferencias bancarias internacionales, ni obligación de declararlas a Hacienda.
La declaración solo se exige si entras o sales de España con efectivo en cantidades iguales o superiores a 10 000 €.
Si recibes transferencias, consulta con un asesor fiscal sobre posibles obligaciones (por ejemplo, en caso de que pueda considerarse como una donación).