Depende de tus objetivos financieros y del capital disponible. Comprar una acción entera puede ser más ventajoso si buscas ser el propietario directo, ejercer derechos como el voto en juntas de accionistas y evitar ciertas limitaciones, como problemas de liquidez o riesgos asociados a la quiebra del bróker.
Por otro lado, las acciones fraccionadas son ideales si no cuentas con el capital suficiente para adquirir una acción completa o si deseas diversificar con poco dinero. No obstante, considera que tienen desventajas como posibles comisiones más altas, restricciones de transferencia y menor control directo sobre las acciones.