La CNMV tiene como función autorizar, supervisar e inspeccionar las entidades de capital riesgo, asegurando que cumplan los requisitos de solvencia y profesionalidad establecidos por la ley.
Además, vela porque estas entidades proporcionen información clara y veraz sobre sus operaciones y estructura, lo cual protege a los inversores y mejora la transparencia del mercado.
Este control forma parte de la labor reguladora global de la CNMV dentro del ecosistema financiero español, fomentando un entorno seguro para el desarrollo del capital riesgo.