Para determinar el salario neto, se deben restar del salario bruto las deducciones correspondientes, como las cotizaciones a la Seguridad Social y la retención del IRPF.
Las cotizaciones incluyen contingencias comunes (4,70%), desempleo (1,55%) y formación profesional (0,10%), sumando un total del 6,35% para contratos indefinidos.
La retención del IRPF varía según los ingresos y la situación personal del trabajador.