La CNMV te protege exigiendo a las entidades que te proporcionen información clara sobre riesgos, que evalúen si el producto es adecuado para tu perfil de inversor, que te informen sobre costes y comisiones de forma transparente y que cumplan con procedimientos específicos para la venta de productos complejos.
Además, publica regularmente alertas sobre productos de especial riesgo y mantiene una supervisión continua del mercado.