En este artículo vamos a ver 5 reglas sagradas de toda inversión inmobiliaria para que ésta sea exitosa y nos aporte una elevada rentabilidad.
A continuación presentamos las 5 reglas sagradas de toda inversión inmobiliaria:
5 reglas sagradas de toda inversión inmobiliaria
Regla nº1: Los buenos negocios se hacen a la hora de la compra, no de la venta
Contrariamente a lo que la mayor parte de la gente cree, las buenas inversiones se consiguen en el momento de la compra y no en el momento de la venta. Es sencillo entender el por qué: en el momento de la compra sabemos exactamente el precio que vamos a pagar y podemos compararlo con el precio medio del mercado. En cambio, las condiciones de mercado en el futuro son absolutamente hipotéticas y nos son totalmente ajenas.
Si compras a un precio por debajo del precio de mercado y si el precio de mercado se mantiene como mínimo estable, lograrás una plusvalía a la hora de la venta. En cambio, si compras por encima del precio de mercado, si éste se mantiene estable, no sólo no realizarás una ganancia a la hora de la reventa sino que realizarás una minus-valía. Por eso es tan importante no sólo buscar bienes excepcionales sino también negociar el precio de compra al máximo.
Regla nº 2: Hay que buscar no sólo buenos bienes sino también buenos vendedores
Por supuesto que hay que buscar buenos bienes, eso es una evidencia. Lo que no es tan obvio es que es casi tan importante buscar buenos vendedores.
¿A qué nos referimos con buenos vendedores? A gente que quiera vender su bien, sea por el motivo que sea. Puede ser porque necesiten el dinero para realizar ellos mismos otra compra inmobiliaria, porque estén cansados de gestionar el bien, porque quieran deshacerse de él porque hay que hacer demasiadas reparaciones, etc.
¿Por qué? Pues puesto que cuanto mayor interés y prisa tengan en vender el bien, mayor será su incentivo para rebajar el precio. Por el contrario, si nos topamos con un vendedor que no tenga prisa en vender su bien, será casi imposible negociar el precio.
Por eso es esencial conocer el motivo por el que el vendedor desea desprenderse de su bien. Cuanta más información tengamos al respecto, mayor será nuestro poder de negociación y, por ende, más fácil será lograr un precio de compra atractivo.
Regla nº3: No hay que implicarse emocionalmente
Recordemos que se trata de realizar inversiones inmobiliarias con éxito, y no de comprar bienes bonitos ni en los que a nosotros mismos nos gustaría vivir.
Por eso es crítico no implicarse emocionalmente en el proceso de compra. En otras palabras, no hay que valorar si una inversión es o no interesante en función de la apariencia del bien, sino única y exclusivamente en base a los números. Tenemos que analizar cuidadosamente todos los aspectos financieros de la inversión (valoración objetiva) y dejar de lado todos los aspectos estéticos o emocionales (valoración subjetiva).
Por lo tanto, por muy bonito que sea un bien y por mucho que nos guste, si los números no salen, hay que descartar el bien. Tal vez suene muy frío, pero es la única manera de asegurarse que vamos a lograr realizar una inversión exitosa con una elevada rentabilidad.
Regla nº4: Invertir a (muy) largo plazo
Con la excepción de los casos en los que se compra un bien con el claro objetivo de realizar una plusvalía a corto plazo (principalmente en los casos en los que se compra un bien en mal estado, se renueva y se vende por un precio superior al precio de compra más las obras), o cuando la inversión no resulta tan rentable como lo habíamos previsto inicialmente (en términos de tiempo y/o dinero), es preferible invertir a (muy) largo plazo.
El motivo de que sea más rentable invertir a largo plazo es doble:
- Por un lado, dado que toda inversión conlleva unos costes iniciales elevados (gastos de notario, de registro, etc. que en algunos casos pueden llegar a suponer el 15% del precio de adquisición del bien), cuanto mayor sea el tiempo de detención del bien, más amortizaremos esos gastos.
- Por otro lado seremos ajenos (o al menos en mayor medida) a las fluctuaciones en el precio de mercado. Por ejemplo, es bien sabido que durante la crisis el precio del ladrillo bajó significativamente. ¿Quién sufrió principalmente las consecuencias? Por desgracia fueron las personas que se vieron en la necesidad de vender sus viviendas, pues tuvieron que vender a un precio inferior al precio de adquisición. En cambio, para la gente que mantuvo sus bienes el impacto de la crisis fue mucho menor pues se limitó a disminuir ligeramente el alquiler del bien (y por tanto disminuyó levemente su rentabilidad), el cual volvió al subir pasada la crisis.
Regla nº5: Siempre hay buenas oportunidades, sólo hay que saber encontrarlas
En este otro artículo explicamos que si bien es cierto que el mejor momento para invertir en el sector inmobiliario fue hace años, el segundo mejor momento para invertir es ahora.
Incluso en lo más alto del ciclo inmobiliario se pueden encontrar buenas oportunidades. Cierto es que habrá muchas menos que en otros momentos, pero si buscamos concienzudamente encontraremos. Se trata simplemente de armarse de paciencia hasta dar con el bien que ofrezca la rentabilidad esperada y que tenga un elevado potencial de apreciación.
Conclusión
Ya conoces 5 reglas sagradas de toda inversión inmobiliaria. Si las sigues a rajatabla y eres perseverante en tus búsquedas y negociación seguro que acabarás encontrando un bien que ofrezca la rentabilidad esperada y pronto esté generando ingresos pasivos.
Si tienes cualquier duda acerca de las reglas sagradas de toda inversión inmobiliaria antes de comenzar a invertir o, si ya has invertido en este sector y quieres compartir tu experiencia con los demás lectores, no dudes en dejar un comentario más abajo.
Y si crees que este artículo puede ser de interés para otras personas de tu entorno, te animamos a que lo compartas con ellas. ¡Muchas gracias por adelantado!
Excelente artículo. Coincido plenamente en que el éxito en la inversión inmobiliaria se basa en estas 5 reglas sagradas. Es crucial entender que se debe comprar con la cabeza y no con el corazón para mantenerse objetivos. También me gustaría enfatizar la importancia de la paciencia y la perseverancia para encontrar las mejores oportunidades en el mercado. ¡Gracias por compartir estas perspectivas valiosas!
Muchas gracias por tu acertada observación Aston. ¡Seguimos aprendiendo!